Ecografías de lo Político

2013


Preguntarse por las formas de lo político en el video realizado en el Estado español es una operación de alto riesgo. Uno de los principales peligros pasa por forzar una continuidad entre el cine militante (e independiente y/o marginal) que tiene lugar durante los años setenta y las primeras propuestas videográficas de los años ochenta.

Concretar un sujeto colectivo en la autoría o señalar un conjunto de trabajos es otra arriesgada iniciativa pues los autores fluctúan, su procedencia y sus vinculaciones son dispares y el contexto en el que tiene lugar sus aportaciones resulta ser un escenario de sacudidas sociopolíticas a las cuales no escapa la producción cultural. De modo que bien podríamos tomar prestado a la medicina el método ecográfico para explorar un cuerpo (el audiovisual) en el que las formas, pero especialmente los huecos nos devuelven la imagen de ese interior (político).

Así, en el cuerpo del video independiente se llevaron a cabo desde sus inicios una serie de prácticas colectivas que bien por el hecho de saberse fuera del sistema del arte o bien por la necesidad de confrontación técnica y discursiva con la realidad intrínseca al medio, conformaron una suerte de red espontánea, instintiva y autorreflexiva. Un tejido orgánico que funcionó políticamente antes incluso que la idea de red iluminase todas las relaciones artísticas a partir de los años noventa.

Cabría preguntarse asimismo si la endémica transversalidad de las prácticas videográficas, la explotación exhaustiva de su capacidad para atravesar disciplinas y estilos, acabó por desorientar el sentido político de muchas producciones. De ahí que se haga complicado encontrar continuidades y genealogías políticas en el frondoso panorama de la creación audiovisual. Esta transversalidad del “medio video” ha podio acabar difuminando algunos momentos, olvidando algunas obras y confundiendo algunas actitudes. Y así, el video pasó de ser una opción política en el arte a convertirse en un enclave destacado de la desideologización de la creación artística.

Sin embargo, en este recorrido encontramos fisuras que conectan una y otra vez pulsión política y video: prácticas feministas, disidencia cultural y crítica mediática, memoria histórica, insumisión o ironía como contrapunto a la banalidad de las políticas culturales, constituyen su campo de expresión. Se trata de formas que nos descubren vanos, se trata de ecos y de huecos que nos proporcionan un sugerente álbum de ecografías, de resonancias políticas en el cuerpo mutante del video de los últimos treinta años.


  • Durada: 01:10:46

Curadors

  • Fito Rodríguez

Obres